El río Atuel está totalmente seco

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Al igual que sucede en la laguna Urre Lauquen -entre tantas otras-, el cauce del río Atuel frente a la localidad de Algarrobo del Aguila lleva tantos meses sin escurrimiento alguno, que la vegetación ya avanza sobre el lecho. Será otro verano en que esa localidad, y los pampeanos todos, no podrán disfrutar del río ni aprovecharlo como recurso turístico.
La imagen fue tomada por el ex concejal santarroseño Rubén Villegas, que la hizo llegar a esta Redacción y la compartió en redes sociales para mostrar cómo se encuentra el río, del lado pampeano, en estas horas.
Las fotos revelan un cauce extremadamente seco, sin atisbo de humedad. Pese a ello, algunos pastos ya han colonizado el lecho. Evidentemente se trata de una vegetación acostumbrada a situaciones tan extremas, de sequía total.
El río ya lleva más de un año cortado pese a los reclamos pampeanos e incluso al mandato de la Corte Suprema de Justicia que dispuso en el mes de julio de 2020 que el río debe ingresar a nuestra provincia con un caudal mínimo y permanente de 3,2 metros cúbicos por segundo.
La Corte Suprema entendió que ese caudal es el principio de la restauración del deteriorado noroeste pampeano, castigado por décadas sin un escurrimiento permanente. En situaciones normales, incluso hasta hace no muchos años, el Atuel se activaba en La Pampa en la primavera y mantenía cierto escurrimiento hasta que terminaba el verano. Ahora hace años que eso ya no sucede.
La enorme afectación que ha hecho Mendoza del agua del río ha terminado por alterar de lleno su régimen hídrico al punto de invertirlo: cuando ha ingresado agua ha sido en los meses de invierno mientras que en el estío el cauce se mantiene totalmente seco.

Excusas.
Quien no ha entendido que el río es interprovincial, como ya lo dictaminó la Corte Suprema en el año 1987, y que a La Pampa le corresponden al menos 3,2 m3/s, como sentenció el 17 de julio de 2020, es la provincia de Mendoza, que siempre encuentra alguna escapatoria para incumplir las resoluciones judiciales.
Ahora, la provincia de aguas arriba se atuvo a que la Corte concedió 90 días para acordar obras y acciones para concretar ese caudal, para demorar la aplicación de la sentencia del 17 de julio. El plazo de 90 días finalizó a mediados de diciembre pero el río sigue cortado.
Mientras en Mendoza analizan opciones para aprovechar el agua que tienen retenida en el embalse del dique Valle Grande, en La Pampa lo poco que ha ingresado ha sido producto de alguna lluvia torrencial o de las descargas de las zonas de riego. Ha sido un caudal tan pobre que se ha extinguido a poco de ingresar a territorio pampeano, sin llegar a la latitud de la localidad de Algarrobo del Aguila.
Por lo pronto, es fácil anticipar que este verano los pampeanos tampoco podrán disfrutar de su río Atuel.

Laguna.
Hace un mes, LA ARENA publicó una fotografía tomada por unos de sus periodistas en la que se ve el lecho de lo que fuera la laguna Urre Lauquen, al norte de la localidad de Puelches, colonizado por la vegetación. Allí también la laguna ha desaparecido por completo y lo que fuera uno de los cuencos de mayor extensión superficial hoy es un lecho barroso que los puelchenses usan como pista de carreras.
Son dos escenarios lejanos pero unidos por un mismo elemento en común: la tragedia de estar en una posición distal de una cuenca, en la que las provincias de aguas arriba hacen un uso excesivo, unilateral e ineficiente del recurso, imposibilitando al resto de disfrutar de sus beneficios.