«La demanda está desbordada sin motivo», dijo la doctora Carla Vizzotti, presidenta de la Sociedad Argentina de Vacunología y Epidemiología (SAVE). Explicó que muchas personas consideran que deben aplicarse la vacuna «por si acaso», aunque no tengan planeado viajar a las zonas afectadas. Por ejemplo, en una recorrida que hizo TN muchos decían que iban a Buzios, zona que no está afectada por la fiebre amarilla.
La OMS hizo pública su recomendación el 18 de enero y cientos de personas se acercaron a diferentes puntos de vacunación gratuitos e hicieron largas filas para recibir su vacuna, que inmuniza contra el virus transmitido por el mosquito Aedes Aegypti.
Los centros se vieron absolutamente desbordados. De hecho, algunas personas se presentaron a las 6 de la mañana y los turnos comenzaron a repartirse a las 10. Como se entregaba una cierta cantidad, muchos se fueron sin aplicarse la vacuna tras haber esperado durante horas.
Según la OMS, la vacuna de la fiebre amarilla brinda una inmunidad efectiva al 99% y no requiere la aplicación de refuerzos: la protección que otorga es de por vida.
Según la OMS, Brasil experimenta desde diciembre de 2016 «un aumento en la actividad vírica» con «777 casos humanos informados, de los que se registraron 261 muertos»
Los casos se reportaron en ocho estados: Río de Janeiro, San Pablo, Minas Gerais, Mato Grosso, Espírito Santo, Goiás, Pará, Toncantins y Distrito Federal (Brasilia)