
A raíz de las condiciones en que se desempañan laboralmente y por el retardo en el pago, los trabajadores y trabajadoras de los programas socioeducativos suspendieron ayer sus actividades e hicieron tareas de concientización con la comunidad educativa.
Los trabajadores y trabajadoras de los planes socio-educativos decidieron suspender sus tareas habituales para hacer actividades de concientización. Es que además de estar “negreados” por el Estado, quienes se desempeñan en centros de Actividades Infantiles (CAI) y de Actividades Juveniles (CAJ) ni siquiera han visto un peso de lo que les corresponden por los aportes de este mes.
La demora en el pago de esa tarea precarizada es otra vez un alerta: Nación le sacó el cuerpo a los programas socioeducativos, le tiró la pelota a la Provincia y desde ese momento la situación de trabajadores y trabajadoras pende de un hilo: ya no solo están precarizados, sino que además les cuesta cobrar.
Coordinadores, talleristas, maestros y maestras comunitarias resolvieron, en ese contexto, una suspensión de sus actividades. Tendrían que haber recibido su aporte mensual hace 22 días. Cobran $3.240.
A la irregularidad en los pagos se suma que aunque dependen del Estado no cuentan con aportes, suma fija, aguinaldo, obra social, ni régimen de licencias.
“Nos acreditan dinero en la cuenta, pero ni siquiera es que figuramos como prestadores de servicio, no firmamos un contrato, no facturamos, nada. La situación es muy irregular y es lo que hoy permite que no nos estén pagando”, explicó una tallerista de Arte.
Desde Educación de la provincia argumentan que la falta de pago se debe a una partida que Nación no envió, pero no hay respuestas certeras de si eso sucederá, ni cuándo.
La situación, tal como informó El Diario, llevó a que la Unión de Trabajadores de la Educación planteara un reclamo por el tema. Pidieron “una respuesta concreta” para trabajadores de los Programas Socio Educativos. También para los involucrados en el Plan de Mejora Institucional (PMI).
“Tenemos claro que esto es parte de las políticas de Ajuste del Gobierno Nacional. Esperamos una solución para nuestros compañeros”, planteó el gremio docente.
Desde el Frente de Trabajadores y Trabajadoras de la Educación que lidera Liliana Peralta también señalaron que “la peor sospecha, es que cuando se pregunta sobre el día de cobro sólo hay silencio”.
“Sábado a sábado se trabaja en sintonía con el proyecto escolar, tratando de fortalecer los lazos escuela-comunidad a través de propuestas novedosas y emancipadoras”, insistió ese sector.
En su momento, después de movilizaciones que sacudieron la modorra de las autoridades y de la comunidad educativa, el funcionamiento de los programas socioeducativos que Nación se sacó de encima pasó a manos provinciales. Pero eso fue apenas un parche.
Porque quienes trabajan en el área siguen en condiciones de absoluta precarización, trabajando “en negro”. Ese también es un reclamo de fondo.
El Gobierno sostiene convencido que mantendrá los programas, pese a todo. Los funcionarios dicen incluso que visitan periódicamente las escuelas para ver los trabajos que se hacen. Económicamente no hay avances. Pero el oficialismo reafirma su intención de que los programas pervivan.