Crimen de Arizona: un perro aportó un dato clave en la investigación

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Los canes pudieron descubrir los rastros de los peones en el monte. El motivo del crimen habría sido una pelea entre los peones y el patrón. Los dos acusados guardaron silencio ante el fiscal de la causa.

Los perros de la División Canes pertenecientes a la Policía de Arizona (San Luis) aportaron datos claves en la investigación del crimen de César Etchart. Los canes detectaron los rastros de los acusados hacia el monte y hacia donde estaba la camioneta en la que apareció el cuerpo.

César Crispín Etchart tenía 73 años y trabajaba como administrador en el predio rural Villa Luján, a la vera de la ruta 55 y a unos tres kilómetros del límite con La Pampa. Su cuerpo apareció en la entrada del establecimiento, el pasado domingo por la mañana, del lado del acompañante en su camioneta Ford Ranger color gris. Estaba maniatado, ensangrentado, con golpes en la cabeza y envuelto en una bolsa de consorcio.

Por el caso están detenidos dos jornaleros: uno de apellido Ramos, oriundo de Santa Isabel (La Pampa); y otro, Romero, de Anchorena (San Luis). Los dos trabajadores estaban a cargo de Etchart, quien era oriundo de Victorica pero estaba radicado en Arizona. Una discusión por el desempeño laboral de Ramos y Romero habría provocado una discusión en el patio de la casa donde vivían los empleados, desencadenando el fatal desenlace.

Perros

La División de Homicidios de la Policía de San Luis arribó al lugar el mismo domingo en que se encontró el cuerpo para recabar la mayor cantidad de pruebas e intentar esclarecer el crimen. Además del trabajo de relevamiento de muestras de ADN y huellas digitales, contaban con la asistencia de los perros de la División Canes de Arizona, San Luis.

Según fuentes consultadas por el portal InfoHuella, los primeros pasos que dio uno de los perros luego de estar en la camioneta donde aún seguía el cuerpo de la víctima, fueron decisivas. El perro ingresó al monte por donde los empleados, tras dejar la camioneta con el cuerpo sin vida de Etchart, regresan al casco de la estancia montados a un caballo.

El perro no caminó sobre la cinta asfáltica los 300 metros ante la entrada del campo Villa Luján donde trabajaba Etchart, sino que se insertó directamente al predio rural cruzando el alambrado, como cortando camino por pleno monte. El trayecto era con dirección al casco de la estancia, donde también estaba la casa donde vivían los dos empleados, ahora detenidos. Allí, se secuestró una bolsa similar a la que envolvía el cuerpo de Etchart y también se encontraron prendas manchadas con sangre y un tramo de la soga con la que maniataron el cuerpo de la víctima. El perro hizo unos metros desde la camioneta hasta el monte, pero luego le costó seguir el rastro.

Ese detalle dejó como resultado una fuerte hipótesis: uno de los empleados trajo la camioneta desde el casco de la estancia hasta la ruta, con el cuerpo de Etchart ya sin vida; el otro, se fue a caballo. Cuando dejan la camioneta en la banquina, el peón que conducía la Ranger gris ingresó al monte, se subió al caballo y regresaron al casco.

Toros

Mientras la investigación avanza, Ramos, de 33 años, y Romero, de 22, optaron por guardar silencio ante el juez de Instrucción Penal 2, Leandro Estrada. Ambos están imputados por el asesinato de su patrón, César Crispín Etchart.

Según pudo saber el portal InfoHuella a través de fuentes ligadas a la investigación, Etchart habría ordenado a Ramos y Romero juntar una cantidad importante de toros ante la visita de unos compradores al campo.

Cuando los peones llegaron del monte con los toros, la cantidad no era la ordenada y, ante ello, Etchart los habría insultado y humillado ante los compradores.

Luego de unas horas, cuando quedaron los tres solos, en el patio donde vivían los jornaleros, uno de los empleados le propinó una trompada a Etchart. Luego, ambos habrían continuado con la agresión en el rostro y la cabeza con varillas de madera de curupay, ocasionándole la muerte. Seguidamente, habrían llevado el cuerpo sin vida y maniatado en la camioneta hasta la ruta para simular un secuestro.