El debate sobre el aborto estuvo reflejado hasta ahora en el uso de dos pañuelos de colores diferentes: el verde, que se luce a favor de la ley de interrupción voluntaria del embarazo, y el celeste, que simboliza lo contrario. Sin embargo, en los últimos días un nuevo color entró en escena: el naranja, que alude a la separación entre la Iglesia y el Estado.
Este fin de semana, las actrices Verónica Llinás y Catherine Fulop asistieron con un pañuelo naranja al programa de televisión Podemos Hablar que conduce Andy Kusnetzoff por telefe y abrieron un nuevo debate.
Ambas actrices coincidieron en que la Iglesia influye en las decisiones de los gobernantes. “Este es un estado laico, pero no está sucediendo. Los gobernadores ceden a las presiones”, dijo Llinás durante el programa.
“Es una discusión necesaria esta separación. La Iglesia católica y la evangelista han arremetido con una fuerza tan violenta en este debate que me hace pensar en los peores momentos de la Iglesia”, expresó la actriz.
El color del nuevo pañuelo surgió en un grupo de Facebook denominado Campaña Federal para la Separación Estado/Iglesia.
Este año el jefe de Gabinete, Marcos Peña, reveló que el sueldo de un obispo es de más de 40 mil pesos según el caso, lo que generó una importante repercusión nacional.