Detienen en Neuquén a un cura condenado por abuso en Victorica

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Héctor Coñuel tiene una sentencia a cinco años en La Pampa y ahora fue acusado en Trelew. Lo juzgarán en Chubut. Mientras estuvo en Victorica, fue denunciado -y luego sentenciado- por abusar reiteradamente de una persona discapacitada.

Un sacerdote identificado como Héctor Coñuel, de 44 años, fue detenido en Chos Malal (Neuquén) y será trasladado a Trelew donde está acusado de abuso sexual agravado contra un joven.

En la foto, la parroquia Nuestra Señora de la Paz, del barrio San Martín de Trelew.

Coñuel tiene una condena por abuso sexual simple en La Pampa. Era educador y le daba clases de catequesis a la víctima, un joven discapacitado.

La información fue suministrada por el padre Vicente Tirabasso, vicario inspectorial.

Explicó que Coñuel estaba viviendo en Chos Malal en una casa salesiana, «suspendido en su actividad sacerdotal y sin tomar contacto con menores de edad».

Señaló que su condena en La Pampa, a cinco años de prisión, «no está firme» ya que se encuentra apelada ante un Tribunal de Impugnación.

«Ahora apareció esta denuncia por un hecho que nosotros desconocíamos, de un joven de Trelew, ocurrida hace muchos años», agregó. Habría sido en 2012.

«Prestamos nuestra colaboración a la Justicia como pide el papa Francisco, hemos acompañado a las víctimas, y estamos para dar toda la información», dijo Tirabasso al diario «Río Negro».

Reconstruyó los últimos años de Coñuel: estuvo en Trelew entre 2008 y 2013, luego fue a General Pico, de allí a Victorica (ambas localidades de La Pampa) donde lo denunciaron por abuso en 2015 y fue condenado este año a 5 años de prisión pero quedó en libertad a la espera de que la sentencia quede firme.

«El fiscal le impuso una perimetral para impedir que se acercara a la víctima. Como Victorica es una localidad muy pequeña, acordamos que se mudara a Bariloche y después a Chos Malal», explicó el vicario.

Vive en la ciudad del norte neuquino, donde lo detuvieron.

Fuentes de la fiscalía de Neuquén explicaron que se realizará una audiencia de control de detención y empezará a correr el plazo de diez días para que la policía de Chubut venga a buscar a Coñuel y lo traslade a Trelew para el nuevo proceso.

La condena en La Pampa

La condena en La Pampa fue el 22 de agosto de este año. El juez de audiencia de Santa Rosa, Carlos Alberto Besi, le dio 5 años de prisión, por resultar penalmente responsable del delito de abuso sexual simple, “aprovechándose de que la víctima no podía consentir libremente la acción, agravado por haber sido cometido por un ministro de un culto reconocido”, como delito continuado.

Coñuel, en abril de 2015 había sido puesto en funciones a cargo de la parroquia Nuestra Señora de la Merced. Fue denunciado a fines de ese año por la madre de la víctima, un joven con retraso madurativo.

Además el juez pampeano le mantuvo la restricción absoluta, de acercamiento y de cualquier tipo de contacto para con la víctima, hasta el final del proceso, pues está en libertad, y ordenó que se lo detenga inmediatamente una vez que el fallo quede firme.

El magistrado dio por acreditado que “sin poder precisar fecha exacta”, pero que entre los meses de enero y diciembre de 2015 el imputado abusó sexualmente de un joven con discapacidad y una edad mental por debajo de la cronológica, “mediante tocamientos”.

De hecho, la víctima –aun siendo mayor– tuvo que declarar en Cámara Gesell, donde lo hacen los menores de 18 años, debido “al estado de necesidad y vulnerabilidad en que se encontraba (…) y más aun teniendo en cuenta el retraso madurativo leve que padece”, dice la sentencia. Ese acto fue cuestionado por la defensa, pero Besi avaló lo actuado por el juzgado de control.

Los abusos, dijo el magistrado, “se produjeron tres o cuatro veces en el interior de la iglesia y de la casa salesiana” de Victorica y también “en una de las habitaciones de la casa”, en ocasión en que el damnificado pernoctara allí.

Otro episodio similar sucedió dentro de “la combi de la comunidad salesiana, en la que viajaban a distintos pueblos”. Esa vez iban a Telén. La víctima se sentó al lado del párroco, que conducía el vehículo y que trasladaba a otros niños, y en esa circunstancia volvió a tocarlo.

La fiscala de Victorica Alejandra Moyano había solicitado durante su alegato la pena de cinco años de prisión para el párroco por abuso sexual simple, agravado por la calidad de autor, ya que es ministro de un culto reconocido –sacerdote de la iglesia católica apostólica romana–, aprovechándose que la víctima no podía consentir libremente la acción en razón de su discapacidad.

La querellante particular, la defensora oficial Paula Arrigone, en representación de la madre de la víctima, adhirió al planteo de la fiscalía y requirió tres años y tres meses de prisión. La defensora particular del cura, Vanesa Ranocchia Ongaro, sostuvo que existieron dudas razonables y que correspondía absolver al acusado.
El juez concluyó que el acusado “abusó del deber de moralidad y honestidad, pues no solo se aprovechó de su calidad de sacerdote, sino además de la leve discapacidad que padece la víctima, logrando y favoreciendo así la materialidad de sus actos ilícitos, los cuales fueron cometidos fuera de la vista de terceras personas. Él era educador y daba clases de catequesis”.

Fuente: El Diario