
Ambas penas fueron acordadas en juicios abreviados y solo resultaron de ejecución condicional para los autores de los hechos.
La Justicia de Gral Pico dictó ayer dos sentencias condenatorias contra dos hombres que golpearon y amenazaron a sus exparejas. Ambas penas fueron acordadas en juicios abreviados y resultaron de ejecución condicional.
En el primer caso intervino el juez Marcelo Pagano y condenó a un hombre de 46 años por considerarlo autor material y penalmente responsable del delito de “lesiones leves calificadas por haber sido cometidas contra la persona con la que mantuvo una relación de pareja”. Le impuso una pena de seis meses de prisión de ejecución condicional, a la que se sumaron reglas de conducta por dos años, entre ellas la prohibición de contacto y acercamiento con la víctima.
Con las pruebas incorporadas en el legajo, el juez dio por probado que el 19 de enero de este año el acusado mantuvo una discusión con su pareja en el interior de la vivienda, ocasión en la que le aplicó un fuerte golpe con la mano abierta en la cara. Durante el forcejeo la mujer también resultó golpeada en su cara contra la pared, por lo que sufrió lesiones.
El hecho fue denunciado por un profesional médico que, al constatar las lesiones que presentaba la víctima en su consultorio, concluyó que no eran compatibles con la caída por crisis epiléptica que refería la mujer, y anotició a la guardia de la dependencia policial que su paciente podría ser víctima de violencia doméstica.
La sentencia fue firmada a consecuencia de un acuerdo de juicio abreviado solicitado por el fiscal Luciano Rebecchi, el defensor Guillermo Costantino y el propio imputado. La damnificada, al ser informada sobre la firma del acuerdo, prestó su conformidad.
Amenazas
En el segundo caso, también acordado en juicio abreviado, intervino el juez de Audiencia de juicio Federico Pellegrino y condenó a un hombre de 27 años, quien resultó autor material y penalmente responsable de los delitos de “amenazas simples y amenazas agravadas por el uso de arma”, por el que se impuso una pena de un año de prisión en suspenso. También se ordenaron reglas de conducta por el plazo de dos años.
El acuerdo fue solicitado por el fiscal Luciano Rebecchi, la defensora oficial Elba Pozze y el propio imputado, quien admitió los hechos. Los damnificados y la expareja del imputado, al ser informados sobre las implicancias del acuerdo, prestaron su conformidad y solicitaron la imposición de reglas de conducta al imputado.
El juez corroboró con las pruebas aportadas que el imputado primero amenazó a su expareja y luego nuevamente a ésta, que resulta ser el padre de un hijo de la damnificada. El hecho se dio en la vía pública, cuando el joven de 27 años utilizó un cuchillo para exhibirlo y pasarlo por el asfalto mientras esgrimía amenazas verbales.
“Esta situación se vio objetivada, no solo en los dichos de los damnificados, sino también en las manifestaciones de los testigos presenciales, entre los que se hallaba un policía. Las expresiones resultaron intimidantes para los damnificados, máxime al advertir la existencia de un cuchillo que el imputado mostraba en forma amenazante”, expresó el magistrado.