El Valor de Cuidar lo Nuestro: Día del Empleado Municipal en Victorica

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En el marco del Día del Empleado/a Municipal, la Municipalidad de Victorica celebra el compromiso y dedicación de su equipo.

Una ficción no tan ficción:
“Cuidar lo nuestro”
Miguel carga el balde, rodillo y pincel, sale a remarcar el blanco de las calles, continua los fines de semana, se acuesta tarde.
Teresa prepara los termos, arma el café, amasa el pan de la mañana y a veces lo hace por las tardes, cuando el cariño cambia de edad, te salva las mañanas con un “hijo queres café”.
Gabriel deja su vida para después, vuelve cada vez que lo llaman, y “cualquier cosa escríbeme estoy atento al cel”.
Ayer, se recibió Mauri, hoy está trabajando en su misma silla porque los problemas no esperan.
Esperanza, una perra rescatada, es abrazada por Mari, que se lleva ese cariño a su casa, para que la primera noche no sea tan dura.
Duras como las mañanas de invierno o los mediodías bajo el sol, las inclemencias del tiempo y Roberto que camina temprano la calle armando un montoncito de tierra, que será buscado por otros tantos, en un camión amarillo o en un tractor de más colores.
Colores, que vuelven arte las tardes, en las casas donde se junta el arte con otros cariños, no hay nada más esperanzador que el abrazo del tallerista con el niño, enseñar a aprender y aprender a enseñar, regar para después.
Regar el patio donde juegan los niños a ser bomberos, en el abrazo que se pinta de blanco la mano o si se pinta el pantalón de tierra, cada cual que pinte la vida como pueda.
Regar, coser, remendar, alguien cose el mantel donde se servirá el alimento.
En donde luego se dará el abrazo fuera de hora. Todo está sutilmente orquestado,
Alguien prendió el riego para que el finde jueguen los niños y niñas, a ser también campeones del mundo como Messi.
Eso, regar, las calles, los parques, las canchas a donde van a esperar el gol otros cariños que corren libres, en el poli o las placitas del mundo. Cariños que estiran las piernas y cierran los ojos para llegar lo más lejos que su juego le permita, andan pesando el sueño en las manos, sosteniendo una cámara o algún fulbito con ganas de futuro.
Historias locales, quizás no tan ficcionales,
Cuidar con el cuerpo, cuidar con alma y corazón,
cuidar lo nuestro.

Estas son las historias locales, que quizás no sean completamente ficticias, pero ciertamente demuestran el valor de cuidar con el cuerpo, el alma y el corazón. En Victorica, se celebra el Día del Empleado/a Municipal con gratitud y reconocimiento por cada uno de estos cariños que hacen posible el cuidado de lo nuestro.