“Perdimos con La Pampa, ahora hay que buscar soluciones”

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Juan Pablo Yapura, exfuncionario del Departamento General de Irrigación de Mendoza, recordó, con una cita especial, el acuerdo firmado en 2008 entre Jaque y Jorge. “Rechazábamos la idea de ‘un mínimo de escorrentía’, no admitía ningún daño, y La Pampa/Nación hacían obras en Mendoza. Ahora hay que dar un ‘caudal hídrico apto’, por ‘ecosistema afectado en el noroeste de La Pampa’ y las obras las pagamos todos”, destacó.

El exresponsable del Departamento General de Irrigación de Mendoza Juan Pablo Yapura realizó un crudo análisis del fallo de la Corte Suprema de Justicia sobre el uso de las aguas del río Atuel y del impacto que tendrá la sentencia en el conflicto entre la provincia cuyana y La Pampa.

“A los equipos legales siempre les cuesta reconocerlo, pero a los realistas que necesitamos seguir adelante nos parece mejor la verdad que el humo. Perdimos con La Pampa”, sostuvo durante un artículo de opinión publicado en el diario Mendoza Online.

“Mientras más rápido lo reconozcamos, más velozmente podremos recuperarnos. La Corte Suprema de Justicia de la Nación en su resolución del expte. 143/2014 rechaza la pretensión de ‘cosa juzgada’ opuesta por Mendoza. Final para lo sostenido durante los últimos 30 años, desde el Fallo del 8 de diciembre de 1987, dinamitando el principal argumento que se sostenía en nuestra Provincia”, destacó.

Yapura recordó que “en ese momento la Corte consideró el río Atuel como interprovincial, pero autorizó a Mendoza a completar 75.671 hectáreas bajo riego antes de ceder caudales a La Pampa. No se modificó esa sentencia, pero no es obstáculo para que la Corte disponga nuevas medidas. La sentencia del último 1 de diciembre, así lo demuestra. En la defensa Mendoza”.

Y cita: “…plantea la incompetencia de la Corte para resolver responsabilidades ambientales…” y en esa línea también se esgrimía que la “…Corte no tiene atribuciones para disponer de la creación de un Comité Interjurisdiccional para la cuenca del río Atuel, ya que corresponde a los estados locales…”. Esos argumentos no lograron frenar la intervención de la Corte, que ordenó agua para La Pampa y puso a trabajar a la Comisión Interprovincial de río Atuel. En términos prácticos, la sentencia no da tiempo a la duda, el lamento o digresión del equipo legal. En 30 días hay que entregar un “…caudal hídrico apto…” “…para la recomposición del ecosistema afectado en el noroeste de la Provincia de La Pampa. Es decir, caudal ecológico, otra derrota histórica…”.

El exfuncionario reconoce que el fallo además “ordena”, en el marco de la Comisión Interprovincial del Atuel Inferior, “buscar una solución técnica al conflicto, estimar las obras necesarias para tal fin, sus costos y cómo se paga entre la Nación y ambas Provincias. Todo en 120 días y la Corte debe aprobarlo. Vale decir, obliga a Mendoza a sentarse a negociar con plazos con La Pampa, lo que desató los primeros festejos en la vecina Provincia”.

Después se detuvo en el convenio que firmaron en el año 2008 los gobernadores Celso Jaque y Oscar Mario Jorge y el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner. “Se homologó rápidamente en la Legislatura pampeana y nunca en la mendocina, porque rechazábamos la idea de ‘un mínimo de escorrentía’ (famoso inciso k), no admitía ningún daño, y La Pampa/Nación hacían obras en Mendoza. Ahora hay que dar un ‘caudal hídrico apto’, por ‘ecosistema afectado en el noroeste de La Pampa’ y las obras las pagamos todos. Dato de color o para ponerse colorado: en la Cláusula Séptima, de ese Convenio, Inciso b), el gobernador Jorge se obligaba a contar con ‘autorización legislativa’ pampeana para hacer inversiones en Mendoza. Ahora, nuestra Legislatura ¿tendrá que autorizar al Ejecutivo provincial para hacer inversiones en La Pampa? Problema en desarrollo. Si rechazábamos ese convenio que claramente era mucho más conveniente para Mendoza que esta sentencia nueva de la Corte, ¿hay alguna razón consistente para negar la derrota? ¿Empate? Empate, sí y solo si el resultado final te deja igual que al inicio y todos sumamos lo mismo. No es este el caso”, sostuvo a modo de autocrítica.

Diálogo y
algo más

Yapura consideró que “los últimos 8 años Mendoza ha vivido en Emergencia Hídrica, pero en la Cuenca del río Atuel ya estamos atravesando el noveno año. Desde la temporada posterior a la firma del Convenio mencionado hasta la actual, la emergencia ha marcado a fondo ese oasis. Esa cuenca ahora tendrá que otorgar agua a La Pampa, y será un desafío para el Departamento General de Irrigación, las inspecciones de Cauce y cada uno de los usuarios, encontrar el camino complejo para definir de dónde sale el caudal que Mendoza tendrá que acordar con La Pampa para hacerlo efectivo en 30 días”.

“Solo recordar los conflictos que surgen habitualmente con el requerimiento del uso turístico del agua en la Cuenca nos habla de la crítica situación de escasez existente. Me parece bien que el superintendente general de Irrigación se haya puesto a resolver esta nueva situación que no solo serán obras, sino manejo y administración de canales e hijuelas. Ahora es cuando la medición telemétrica de caudales, la comunicación y el diálogo se ponen a prueba”, subrayó.

“Por otro lado -continuó- la magnitud de la complejidad que implica cumplir la sentencia imprime en la misma medida y dimensión la necesidad de cambiar de manera urgente la estrategia de defensa del río Atuel. La estrategia ya no es legal acompañada por el arco político, ahora en primer lugar debe ser política, para luego ser de un profundo carácter social, que incluya a todos. Hace falta una mirada completa y no restringida, para asumir estas órdenes de la Justicia, quien resolvió que NO tenemos razón, a pesar de nuestros razonamientos. Que nos obliga a acordar, cuando en Mendoza era obligatorio negarse a todo (recuerdo un corte de ruta, solo por las declaraciones mal interpretadas de un exsuperintendente). Un fallo de estas características para un desierto como Mendoza, lejos de solo interpelarnos, nos sentencia a repensarnos en el uso y eficiencia del recurso hídrico, en la innovación y aplicación de tecnologías de riego y en la defensa que haremos de nuestra producción. Y hoy, más que nunca, se impone fortalecer las comunidades de usuarios formalizadas en las Inspecciones de Cauce, porque serán ellas las que principalmente harán frente a la sentencia, pagando con lo que menos tienen: agua”.

“El recurso hídrico es tan importante para Mendoza, que no se lo puede dejar solo en manos de los especialistas en derecho de aguas. El agua y el ambiente no son un paradigma, es un hecho real con consecuencias jurídicas. Las estrategias con el agua nunca deben ser aisladas o solo legales, u obras, o acciones no estructurales, o decisiones políticas, o de comunicación… deben ser todas juntas. Buscar culpables, puede servir para calmar algunos ánimos, pero buscar soluciones le sirve a Mendoza. Aprender de las equivocaciones para no repetirlas. En todo caso, si cometemos errores, que sean errores nuevos”, finalizó.