La Policía de la capital de Francia consideró que el ataque podría haber sido un ajuste de cuentas y no un episodio de terrorismo como ocurrió en 2015.
Un hombre fue asesinado a disparos y otros cuatro resultaron heridos este lunes en París, en un tiroteo ocurrido no lejos de la zona donde se produjeron los ataques yihadistas de 2015. La hipótesis inicial de la Policía es que fue un ajuste de cuentas.
Investigadores de la Policía de París consideraron que los disparos registrados frente a un bar ubicado en la esquina de Popincourt y la Rue de la Breguet están relacionados con alguna cuestión anterior entre atacantes y atacados, y no se trató de un acto de terrorismo, informó la agencia de noticias ANSA.
Uno de los dos atacantes fue detenido y el otro logró escaparse. Ninguno de los cuatro heridos está grave.
Según la primera reconstrucción, dos hombres bajaron cerca de las 21.30 de un auto frente a un bar ubicado en la esquina de Popincourt y la Rue de la Breguet y abrieron fuego contra otras dos personas sentadas frente a una mesa.
Un testigo afirmó que los atacantes dispararon con «una ametralladora o un Kalashnikov», y que todo fue muy rápido.
El diario Le Parisien de Francia señaló que se encontró un rifle Kalashnikov en el lugar.
«Ningún elemento en esta etapa permite conocer las motivaciones de este acto de barbarie», escribió en su cuenta oficial de Twitter el alcalde del distrito número 11 de París, François Vauglin, que informó además que la Policía está llevando a cabo una búsqueda «muy activa» del atacante que logró escapar.
Vauglin reveló que fueron los demás clientes del bar los que lograron detener a uno de los atacantes.
La zona fue luego rodeada por un perímetro de seguridad que montó la Policía, según la agencia AFP, que atribuyó a una fuente la apertura de una investigación por «homicidio voluntario y tentativa de homicidio voluntario».
El hecho generó pánico en la zona porque muy cerca tuvieron lugar algunos de los ataques de noviembre de 2015 contra bares, restaurantes y una sala de conciertos, que dejaron cerca de 130 muertos y unos 400 heridos.